Esta variedad de Indica pura viene directamente del macizo montañoso del cual se le ha dado el nombre. El Hindu Kush es el extremo oeste del Himalaya, que cubre la mitad de Afganistán y se extiende sobre las fronteras de Paquistán y la India, llegando hasta China. Esta región hermosa y desolada forma una importante ruta comercial entre Oriente Medio, Asia Central y Lejano Oriente, y es donde las antiguas tradiciones cannábicas de las culturas de los alrededores se encontraron y fundieron durante cientos de años. En pocas palabras, el Hindu Kush es el centro absoluto del mundo cuando tenemos en cuenta verdaderos genotipos de Indica o Afgana y las diferentes formas de hachís negro que allí se fabrican.
Este cultivo ha sido seleccionado por calidad y estabilidad durante innumerables generaciones, siempre cruzado dentro de su propio fondo genético. Hindu Kush produce esquejes muy consistentes y es una variedad excelente para cultivos de interior, directos de semillas. Las plantas son de color verde oscuro, bajas y poderosas, con hojas aserradas de Indica. En climas más cálidos, por debajo de los 42º N, Hindu Kush puede florecer en exterior.
La floración es fuerte y segura, con cosechas rápidas de cogollos Afgana robustos, hasta en manos de un cultivador novato. Hindu Kush tiene una sutil fragancia de madera de sándalo matizada con el dulce aroma de charas frescas. La potencia es notablemente alta para una variedad no híbrida, con la vibración corporal madura y positiva de las famosas Indicas cultivadas a mucha altura. Hindu Kush produce también un estado mental de calma, contemplativo, en lugar de los fuertes colocones de los híbridos posteriores de Indica, Afgana y Skunk.